Por Laura Delgado
Sevilla acoge desde el pasado 26 de abril la exposición World Press Photo 2018. La 61ª edición de esta muestra dedicada al fotoperiodismo internacional presenta las mejores fotografías de 2017 en una colección que, este año, se centra especialmente en la mujer: fotógrafa y fotografiada. La exposición viajará a más de un centenar de ciudades distribuidas entre 45 países y permanecerá en Sevilla hasta el día 17 de mayo en la Sala Murillo de la fundación Cajasol.
Desde sus inicios en 1955 hasta hoy, convertido en el concurso de fotografía más prestigioso del mundo, esta organización independiente de origen neerlandés premia las mejores imágenes del periodismo visual tomadas a lo largo del año. Su objetivo: conectar el mundo con historias relevantes que transmitan enseñanzas, hagan al público reflexionar y que, con aún mayor importancia, iluminen al anónimo y den voz a quienes no la tienen.
Más de 70.000 imágenes presentadas por 4548 fotógrafos procedentes de 125 países fueron evaluadas durante la última edición del certamen. Las fotografías son valoradas según su precisión informativa, imparcialidad y atractivo visual.
El fotoperiodismo tiene cada vez más que decir. El primer premio de 2018 ha sido adjudicado al venezolano Ronaldo Schemidt por el retrato de un joven envuelto en llamas durante los violentos enfrentamientos sucedidos en Venezuela a principios del mes de mayo de 2017 en las protestas contra el presidente Nicolás Maduro. Otros temas muy presentes este año han sido la crisis de la minoría étnica musulmana rohinyá y la, cada vez más inquietante, deforestación de la Amazonia brasileña, entre otros. La muestra de 2018 cuenta con una nueva categoría dedicada al medio ambiente que refleja la incansable batalla de los periodistas por desvelar ante el mundo todo aquello que acontece a través de sus continentes.
Casi un 80% de las fotografías fueron realizadas en África, América Central y Oriente Medio.
Entre los visitantes, niños curiosos, anonadados antes las coloridas fotos de animales, los alegres matices de los accesorios de las tribus africanas y la luz de las sonrisas de unos pequeños refugiados. Pasos atrás, sus padres intentan contener la emoción que les inunda al ver algunas de las imágenes de la exhibición.
Una vez más, World Press Photo deja constancia de los eventos más escabrosos, pero también de algunos de los más hermosos, del año. Historias narradas a través de una cámara, imágenes que hablan por sí mismas.
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