Por Luciana Zunino/ Servindi
Sudán, uno de los 54 países que forman el continente de África vive una de las peores crisis humanitaria a consecuencia de una guerra civil que la envuelve en uno de los más graves capítulos que registra el mundo actual.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) hay más de 13 000 muertos y 8.1 millones de desplazados a causa de la guerra civil.
Sudán se ubica a orillas del mar Rojo, entre Egipto y Eritrea. Está en parte atravesado por el río Nilo y sus afluentes. Con una población aproximada de más de 48 millones de habitantes registra más de 13 000 muertos y 8.1 millones de desplazados a causa de la guerra civil.
La guerra en Sudán estalló el 15 de abril de 2023 entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lo cual ha generado una crisis humanitaria que genera enorme preocupación internacional.Las FAR asumieron el control del sur de la capital, Jartum, y también de extensas regiones de Darfur, situado al oeste de Sudán.
Darfur enfrenta disturbios durante años debido a conflictos violentos entre diferentes comunidades africanas y árabes en la región.
El uso desmedido de bombardeos aéreos por parte del ejército sudanés ha generado críticas, especialmente cuando estos alcanzan áreas civiles. Aunque el ejército afirma tomar “precauciones necesarias” para proteger a los civiles, los residentes locales responsabilizan a ambas partes por la destrucción en la ciudad y sus alrededores. Además, acusan a las FAR de llevar a cabo saqueos y ataques durante el período en que controlaron la zona.
Las violaciones a los derechos humanos a los que se enfrentan las y los sudaneses son constantes.
La violencia sexual aumenta cada vez más
Las mujeres que lograron escapar de Darfur hacia Chad relataron a la BBC que fueron víctimas de violaciones, algunas de ellas repetidamente, a manos de militares. Se informa que lo fueron en sus propias viviendas y también manoseadas durante inspecciones de seguridad.
En Sudán, el abuso sexual y la violación son considerados temas tabú, lo que puede llevar a que las víctimas sean estigmatizadas y marginadas por sus familias y comunidades, enfrentando dificultades para recibir apoyo y soporte.
La BBC recopiló testimonios de violencia sexual en los amplios campamentos de refugiados situados al otro lado de la frontera con Chad, al sur del país. Se informa de secuestros, violaciones y embarazos forzados. La ONU registró aproximadamente 120 casos de violencia sexual vinculados al conflicto en todo el país, pero advierte que esta cifra representa solo un porcentaje de la verdadera magnitud del problema.
Afirma además que más del 80 por ciento de estos ataques fueron atribuidos a hombres vestidos con uniformes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y afiliados a este grupo.
Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, también se han reportado casos de asaltos sexuales perpetrados por miembros del ejército sudanés.
En esa línea, el informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) titulado “25 años de conflictos armados y la infancia: Actuar para proteger a los niños y niñas en la guerra” recogió que muchas niñas y niños son víctimas de violaciones repetidas, lo que los hace todavía más vulnerables.
Cuando los secuestran, también pueden ser reclutados para pelear o ser objeto de violencia sexual. Los niños -y especialmente las niñas- que son secuestrados o están involucrados en los conflictos, tienen un alto riesgo también de ser violadas, explotadas sexualmente u obligadas a casarse.
Muerte y desplazamientos
La disputa entre el ejército y las FAR ha cobrado por lo menos 14 000 vidas en todo el país, con grandes posibilidades de sean más, según la ONU.
Además, alrededor de 7,1 millones de personas están desplazadas internamente dentro de Sudán. De ese total, 3,8 millones fueron desplazadas como resultado de la violencia desatada a mediados de abril entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF).
Por otra parte, los hombres en los campamentos de refugiados en Chad han comentado historias sobre su fuga de ejecuciones y secuestros en las calles. Muchas personas han tenido que huir al lado del río Omdurman, la ciudad más poblada e importante de Sudán situada al norte del país, cerca de la capital, Jartum, para salvar sus vidas. Y más, de tres millones de personas han huido del Estado homónimo en los últimos once meses; la mayoría de los que permanecen son ancianos.
Alimento y salud
Funcionarios de la ONU advierten que la guerra civil ha sumergido al país en “una de las peores pesadillas humanitarias en la historia reciente” que podría generar la mayor crisis de hambruna en el mundo. En ese sentido la COCHA advierte que Sudán está en riesgo de convertirse en un futuro cercano en la crisis alimentaria más grave a nivel mundial.
Sudán y el río Nilo tienen un vínculo muy estrecho: además de estar geográficamente colindantes, este río es un componente crucial en el entorno natural y económico del país: asegura el suministro de agua, agricultura, transporte y energía.
Edem Wosornu, directora de operaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, advirtió sobre la grave crisis humanitaria que enfrenta Sudán, especialmente en términos de desnutrición y acceso limitado a la atención médica.
Wosornu mencionó que citó un informe de Médicos sin Fronteras que reveló la alarmante tasa de mortalidad infantil en el campamento de Zamzam en El Fasher, Darfur del Norte, donde un menor de edad muere cada dos horas debido a la desnutrición.
Según estimaciones de socios humanitarios, alrededor de 222 000 niños y niñas podrían morir de desnutrición en Sudán en las próximas semanas y meses si la situación no mejora.
Además, Wosornu destacó que más del 70 por ciento de los centros de salud en el país no están operativos, lo que dificulta aún más el acceso a la atención médica necesaria para tratar y prevenir la desnutrición y otras enfermedades relacionadas.
Estas cifras y declaraciones resaltan la urgencia de una respuesta humanitaria efectiva y coordinada para abordar la crisis en Sudán y garantizar que se brinde asistencia médica y alimentaria vital a la población afectada, especialmente a los niños y niñas que son los más vulnerables en estas circunstancias.
Genocidio
En respuesta a las preguntas de la BBC sobre violaciones y otros ataques, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) dijeron que el ejército sudanés está reclutando personas para vestir uniformes de las FAR y cometer crímenes contra civiles. Esto se hace para culpar a las FAR de cometer asaltos sexuales, “limpieza étnica” y otros crímenes, según comentan.
Por otro lado, entre otras situaciones graves, la BBC ha registrado también varios casos de cólera y leucemia.
El pueblo Masalit es una etnia que vive principalmente en la región de Darfur, en Sudán. Son conocidos por su estilo de vida agrícola y su rica tradición cultural y son víctimas propicias de la situación. Los Masalit han enfrentado desafíos debido a conflictos en la región, incluyendo violencia y desplazamientos.
Un representante de las FAR reconoció que puede haber producido uno o dos incidentes cometidos por miembros de las FAR, pero que fueron responsabilizados por eso.
El año pasado, las FAR dijeron que investigarían los presuntos abusos de derechos humanos cometidos por sus fuerzas, sin embargo, según la ONU, no se han proporcionado detalles sobre cómo se llevará a cabo esta investigación.
El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) afirma representar a los grupos marginados en contra de las élites del país. Sin embargo, sus fuerzas enfrentan acusaciones de llevar a cabo limpieza étnica y otros crímenes de lesa humanidad.
Por todo lo anterior, es importante recordar que las partes involucradas tienen opiniones divergentes sobre cómo restablecer un gobierno civil en Sudán, por lo cual este conflicto, en el cual se ve mermada la población civil, aún no tiene fecha de vencimiento.
Las dos partes niegan las acusaciones. Después de 11 meses de conflicto, las partes involucradas no muestran signos de querer detener los combates.
El cese al fuego y la búsqueda de un acuerdo político son fundamentales para poner fin al derramamiento de sangre y sentar las bases para la reconciliación y la reconstrucción.
Datos:
Las tensiones entre el Ejército sudanés y las FAR se remontan a 2019, cuando las FAR fueron señaladas como responsables de la represión que causó la muerte de cientos de manifestantes frente a la sede del Ejército, lo que condujo a la caída de Al Bashir.
Sudán está en medio de un proceso de transición democrática para resolver la crisis política posterior al golpe de Estado en 2021.
Sin embargo, la firma del acuerdo político definitivo se ha pospuesto debido a desacuerdos sobre la creación de un Ejército unificado con las FAR.
Fuente: Servindi
https://www.servindi.org/actualidad-informes/25/03/2024/crisis-humanitaria-en-sudan
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Luis A. (sábado, 13 abril 2024 11:18)
Lamentablemente, un conflicto olvidado. Buen artículo y muy oportuno.