Por Adeline Marcos/SINC
El hallazgo de un conjunto de artefactos de madera en Terranova, Canadá, del año 1021 confirma la presencia de los nórdicos en el continente. Los científicos han logrado datar por radiocarbono, y con gran precisión, la madera con la que se hicieron los materiales que utilizaron los que pudieron ser los primeros humanos en cruzar el Atlántico.
En la década de 1960, los arqueólogos noruegos Helge Ingstad y Anne Stine Ingstad descubrieron los restos de un asentamiento humano en el yacimiento de L'Anse-aux-Meadows en la península septentrional de Terranova, Canadá, que pertenecía a los nórdicos. Fue el primer y único registro conocido y confirmado de que los vikingos habían cruzado el océano de Europa a América.
Aunque la época vikinga se extendió del siglo VIII al XI, faltaba por determinar la antigüedad del sitio arqueológico en el continente americano. Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, ha logrado datar por radiocarbono en el año 1021 después de Cristo la madera a partir de la cual se hicieron los restos hallados y que son atribuibles a los nórdicos.
“Nuestro enfoque es muy nuevo y se basa en algunos desarrollos recientes de la ciencia del radiocarbono”, señalan a SINC Michael Dee y Margot Kuitems, de la Universidad de Groninga en Países Bajos y coautores del trabajo, que ya habían empleado el procedimiento en otro estudio. “El método de datación es preciso hasta el año exacto”, zanjan los investigadores.
La técnica se basa en detectar en los árboles que fueron talados para hacer estos objetos de madera los aumentos repentinos de los niveles de radiocarbono en la atmósfera creados por las tormentas solares masivas del pasado.
“Este incremento es absorbido por los árboles y se incorpora al anillo de crecimiento de ese año. Sabíamos que uno de esos eventos de rayos cósmicos se produjo en el año 993, así que intentamos localizar este mismo aumento en los anillos de crecimiento de los restos de madera vikingos”, explica Dee.
Una vez localizado ese punto de referencia del año 993, “todo lo que necesitábamos hacer era contar los anillos del árbol hasta el borde para determinar cuál fue el último año de crecimiento”, continúa Kuitems. Los resultados demuestran también que los tres artefactos de madera proceden de diferentes árboles de al menos dos especies distintas de abeto.
Los autores afirman así que la fecha de 1021 establece una nueva base para el conocimiento europeo de América.
Primera travesía del Atlántico
Los artilugios fueron encontrados en los estratos nórdicos del yacimiento canadiense cerca de otras herramientas atribuibles a los nórdicos, pero, además, presentaban marcas de corte y superficies limpias que solo podían haber sido realizadas por hojas de metal. “Los indígenas de la región en aquella época no fabricaban metal, pero los vikingos sí”, aseveran a SINC los científicos.
Al confirmar la pertenencia vikinga y la antigüedad del asentamiento, el estudio plantea algunas preguntas, que en la actualidad no se pueden responder. “¿Estuvieron allí más tiempo? ¿Volvieron muchas veces? ¿O fue este año 1021 –el único producido por nuestras tres muestras– el único año en que los vikingos estuvieron allí?”, dicen los autores.
Por otra parte, cuando el 12 de octubre de 1492 la expedición española dirigida por Cristóbal Colón llegó a la isla de Guanahaní, posteriormente bautizada como San Salvador, pocos imaginaban que en realidad, otro pueblo, los vikingos, ya habían pisado América unos siglos antes. O sí.
“¿Hasta qué punto estaba extendido en la Europa medieval este conocimiento de las Américas? ¿Es posible que los españoles ya supieran de la existencia de tierras al otro lado del Atlántico incluso antes de que Colón zarpara?”, se cuestionan Dee y Kuitems. En cualquier caso, el asentamiento nórdico se adelanta en 471 años a la llegada de Colón.
Según los científicos, la investigación es un punto de referencia importante en toda la historia de la humanidad. “Esta es la primera evidencia de la travesía del Atlántico, y este océano fue la última parte de la Tierra que no fue atravesada por los humanos ¡desde que emigramos de áfrica!”, concluyen.
Fuente: Agencia SINC
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