Por SINC
El Túnel de la Atlántida corresponde a la parte sumergida del tubo volcánico de La Corona, considerado el mayor del mundo de su categoría. Un equipo de investigadores, dirigidos por el catedrático de Geodinámica de la UNED Javier Lario, han recogido muestras a 1.600 metros de la entrada y 64 metros de profundidad para realizar el primer estudio geológico del lugar
Ubicado en la isla canaria de Lanzarote, el Túnel de la Atlántida es uno de los lugares de mayor interés geológico del Geoparque de Lanzarote y Archipiélago Chinijo, el conjunto de islas españolas situadas frente a la costa norte de Lanzarote, tanto por su significado geológico como por la diversidad única que vive dentro del mismo. Debido a la complejidad técnica de las inmersiones, tan solo dos equipos han logrado llegar al final del túnel a lo largo de la Historia, en concreto un grupo franco-belga que alcanzó la cota en 1986 y un equipo de submarinistas madrileños, que lo hicieron en 1987.
Ahora, 32 años después, el equipo dirigido por el catedrático de Geodinámica de la UNED Javier Lario Gómez, ha logrado repetir la hazaña y, además, “recoger muestras geológicas del final del túnel y documentar otras en las galerías del túnel para comenzar a elaborar el que será el primer estudio geológico de la zona”, tal y como explica Lario. La expedición ha sido posible gracias a la financiación del Programa Explora del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El equipo de Lario, integrado por los espeleobuceadores Franjo Sánchez, José Luis Rubio, Cecilio López Tercero y Víctor Tovar, realizó la primera campaña de muestreo del 19 al 24 de febrero. En este tiempo revisaron la guía de la cavidad y alcanzaron el final de la misma.
Las muestras recogidas en esta campaña serán analizadas por los distintos especialistas que participan junto a la UNED en este proyecto, tales como el Instituto Geológico y Minero de España, el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, la Universidad de Alicante, la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad de Castilla-La Mancha.
“Está prevista la realización de entre dos y tres nuevas campañas en las que se seguirá documentando registro geológico y recogiendo muestras”, añade el catedrático.
Estos estudios contribuirán a ampliar el conocimiento del que está considerado uno de los ecosistemas anquialinos (los jameos son un ejemplo significativo de ellos) más diverso del mundo -con 36 especies endémicas- puesto que, “aunque hay estudios biológicos muy completos que confirman su rica diversidad, no hay trabajos geológicos realizados con muestras del interior del túnel que permitan conocer la evolución geológica del mismo”, explica el experto.
El Túnel de la Atlántida se formó hace aproximadamente 20.000 años y se fue sumergiendo con la subida del nivel del mar, “y ese es precisamente el proceso geológico que vamos a estudiar dentro del proyecto”, concluye el catedrático.
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