Por Fátima Blanco Macías
Edward Teach o más conocido Pirata Barbanegra es un corsario inglés nacido en Bristol, cuya figura se la considera una de las más destacadas del siglo XVI, hasta el punto de ser el protagonista en libros que relatan la vida de este pirata inglés de tintes estrambóticos y películas que plasman sus hazañas más sangrientas por todo el continente americano.
Edward Teach es una de las figuras más populares del siglo XVI por su peculiar trabajo como pirata, y aunque esta labor solo se prolongó durante dos años (1716-1718), sembró el terror allá donde su barco apodado Quee Anne’s Revenge atracaba. No se sabe con total seguridad cuál es su procedencia, puesto que no se tienen documentos fiables acerca del nacimiento, pero se cree que nació en el año 1680 cerca del Puerto Viejo de Bristol (Reino Unido) en una familia de clase media-alta porque sabía escribir, un conocimiento poco común en la Inglaterra de la época.
Poco se sabe acerca de cual era su vida en esta ciudad situada al sur de Inglaterra. Bristol era muy conocida por ser una de las principales metrópolis portuarias de la época. Hoy entre sus ciudadanos, Teach es considerado como un emblema de la localidad. Sigue siendo una importante ciudad portuaria, bohemia y cosmopolita con interesantes museos, una impresionante catedral del siglo XII y el famoso puente colgante de Clifton.
Sin embargo, otros historiadores están seguros de que Barbanegra nació en América, aunque los que defienden esta teoría discrepan entre Carolina del Norte, lugar donde desarrolló sus fechorías más violentas y Jamaica, isla hacia la que también dirigió alguno de sus ataques.
Barbanegra comenzó sus andanzas después de que Inglaterra decidiera dar por terminada su participación en la Guerra de Sucesión Española, en donde intervino como marinero de la Royal Navy. Este rendimiento del país inglés supuso que sus soldados quedaran desocupados. Edward Teach abandonó su Bristol natal y aceptó trabajar, en un primer momento, bajo el mando del marino y pirata Benjamin Hornigold, en el secuestro y saqueo de barcos en el Mar Caribe y Océano Atlántico.
Así fue como comenzó su reinado del terror, caracterizado por la apropiación y violencia que emprendía contra los ocupantes de las embarcaciones que robaba. En estos ataques, el pirata Barbanegra siempre empleaba un atuendo de lo más peculiar, motivo de más por el que es uno de los personajes de mayor relevancia de la historia. Este constaba de una larga barba adornada con cintas de colores y un tocado con un tricornio de plumas que le hacían aún más resaltar su elevada estatura, acompañado de largas cerillas hechas de cuerda de cáñamo mojado en salitre y agua de sal, que colgaban y ardían lento en el momento del ataque, dejando tras de sí una estela de humo negro. Sin olvidar su juego de pistolas de distinto calibre, así como espadas y cuchillos que colgaban de una pistolera colocada en el pecho y cintura, respectivamente.
Después de sonados asaltos, en el año 1718 el entonces gobernador de Virginia, Alexander Spotswood, cansado de que su Estado estuviera apoderado del pánico y la delincuencia, lanzó una misiva para que el pirata inglés fuera capturado vivo o muerto, siendo esta operación premiada con una alta recompensa económica. Fue entonces cuando el teniente Robert Maynard y su tropa respondieron a esta suculenta oferta con la cabeza del pirata, el cual fue abatido por cinco disparos de pistola y cinco puñaladas de arma blanca, tras un duro enfrentamiento.
Este enfrentamiento puso fin a la época dorada pirata en los Estados Unidos, pero no a que Edward Teach se convirtiera en uno de los símbolos más presentes en manifestaciones culturales y que sus ataques sigan siendo recordados con el paso de los tiempos.
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