Por Jesús Mediavilla González
Bernardo Souvirón, profesor de lenguas y cultura clásicas de la Universidad Complutense de Madrid y de la UNED, impartió el pasado viernes día 4 la conferencia "Viajeros y Navegantes: el mar de la Edad de Bronce", en la agencia Pausanias, de Madrid. Souvirón es redactor del Diccionario Griego-Español, y colaborador habitual en diferentes programas de radio en RTVE. También escritor y divulgador de la cultura helénica, dedicó el acto a repasar los elementos históricos de los viajes de Ulises, protagonista del poema épico griego de la Odisea de Homero.
En una esclarecedora y enriquecedora conferencia, Bernardo Souvirón sacó a relucir todos sus conocimientos y referencias sobre cómo en la Odisea escrita por Homero existen numerosas evidencias que demuestran que el texto aborda cuantiosas dosis de información histórica tangible. Los acontecimientos, vivencias y enclaves que Ulises vive y recorre en su viaje de vuelta a casa, tras la Guerra de Troya, pueden ser demostrados como verdaderos empíricamente. De hecho, Bernardo Souvirón asegura que Ulises "es un viajero real por el mar y por la tierra, que además ha protagonizado un viaje como ningún otro héroe de la Antigúedad, un viaje literario", por eso, es considerado como "el viajero por excelencia del mundo antiguo".
Para Bernardo Souvirón la historia griega no se puede entender sin el mar. Para los helenos el mar era un ponto, es decir, un puente, hacia otros pueblos. Quizá por ello también resulta más complicado encontrar vestigios pasados del pueblo heleno. Por su contra, los romanos odiaban el mar. Por eso gastaron inmensos recursos en construir calzadas, que aún hoy perduran en nuestros días.
Lo cierto es que Souvirón es un gran viajero, un navegante empedernido, con numerosos ejemplos que él mismo ha vivido en el mar, hizo gala de sus conocimientos náuticos y demostró cómo era posible que Ulises y otros personajes clásicos realizaran innumerables viajes en la mar.
En su labor divulgativa, ha sido colaborador habitual en diferentes programas de Radio Nacional de España, como De la noche al día, La noche menos pensada, o El día menos pensado. Igualmente ha sido colaborador semanal en la revista La clave. Su labor en el mundo mediático ha estado marcada por su interés por la divulgación de la historia y la cultura de la antigüedad clásica. Y como escritor su obra ha sido bastante abultada, siendo sus dos últimas obras Prometeo y el secreto del fuego y Dédalo y el vuelo de Ícaro.
La relevancia de Tartessos
Bernardo Souvirón puso énfasis en la civilización que se levantó en el suroeste de la Península Ibérica en el siglo VI a.c., la conocida como civilización de Tartessos. Durante el reinado del, según dicen, sabio y longevo rey Argantonio, los tartesios comerciaban con las Islas Casitérides (Gran Bretaña), ruta principal del comercio de estaño, siendo la más importante de las mercancías que transportaban. Sin embargo, los fenicios que ya conquistaban a los cuatro vientos y ceñían las olas, estaban interesados en apoderarse del comercio de la ruta del estaño. Pero tenían un problema, sus barcos no eran capaces de surcar las olas del Atlántico, pues estaban pensados para combatir las rompientes olas mediterráneas, y no las maretazas longevas, altas como torres, pero nunca rompientes olas del océano.
Eran las naves de Tartessos los que surcaban el océano, hasta las Azores y hasta Bretaña, incluso -según señaló- hasta el Índico, donde se ha localizado un barco gaditano, con distintivos de la que antes era Tartessos. Por este motivo, Souvirón justifica que la fundación de Cádiz tiene que ver con el bronce y el estaño.
"Ulises tiene un afán por conocer que en la propia Odisea parece que pone su vida en riesgo. Se las vio con Polifemo y aprendió con las sirenas. Pero ese afán de conocer le hace cometer un error". Bernardo Souvirón, entonces, convoca a Dante y la Divina Comedia, habla del último viaje de Ulises, y cómo casi pierde la vida. "Resistir y no ceder", "las navegaciones de ésta gente tienen mucho mérito, fueron muy complejas y abrieron el mundo".
"Ésta conferencia -recalcó- sólo trata de hablar de estos viajes en un lugar donde hay viajeros, y hablar de un hombre que fue mucho más allá del mar Egeo, que no se perdió en el mar Egeo, y que navegó por el océano atlántico, por la ruta del estaño, es un mundo donde tartessos tenía un papel fundamental". Con este contundente mensaje, Bernardo Souvirón finalizaba la congerencia Viajeros y Navegantes: el mar de la Edad de Bronce, reconociendo el papel de la Odisea y de Ulises como primeros navegantes verdaderamente conocedores de la naturaleza del mar.
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