INFORMACIÓN: Un documental sobre Casablanca recuerda el pasado de la ciudad marroquí

A lo largo de la primera mitad del siglo XX, muchos europeos fueron a vivir a Casablanca, entonces del protectorado francés. Casablanca fue una ciudad internacional, cosmopolita y multicultural, viva y próspera, siempre en continuo desarrollo y ciudad de encuentro para la convivencia religiosa. Las inversiones económicas y el crecimiento la convirtieron en un destino atractivo para muchos europeos y americanos.

Debido a todo ello, cerca de cuarenta mil españoles, muchos andaluces, emigraron a Casablanca huyendo del hambre o del franquismo, buscando unas mejores condiciones de vida. Los españoles eran el segundo grupo más numeroso en la ciudad, por detrás de los franceses, por supuesto. Allí desempeñaron trabajos tan comunes como los de sastre, mecánico, peluqueros o tenderos. Y allí hicieron sus vidas, se casaron y formaron una familia con hijos e hijas de familia española, pero sin haber crecido en España, y que fueron adquiriendo la cultura francesa propia de la ciudad.

Sin embargo, tras la independencia de Casablanca y su posterior marroquinización, la mayoría de los españoles volvieron a su antiguo país. Un país al que en realidad no pertenecían más que de palabra. Fueron, sobre todo, a la Costa del Sol, zona donde vivían muchos extranjeros que, a pesar de estar el país todavía bajo la dictadura franquista, hicieron de aquella costa un terreno similar al de su hogar. La fabulosa Casablanca, recupera el testimonio de estos casablanqueses que no pudieron quedarse, que abandonaron la ciudad, y que miran, ahora, con ojos nostálgicos, la ciudad que fue su hogar.

El documental es un viaje al pasado, un recorrido por Casablanca a través de las historias y de los testimonios, un contraste entre la vieja ciudad y la actual, entre los recuerdos de la vida pasada, en contraste con la urbe actual, más moderna y a la vez más decadente. Para ello, el documental cuenta, por un lado, con un grupo de estudiantes marroquíes, quienes empiezan a investigar sobre su ciudad desde el punto de vista histórico, patrimonial y cinematográfico; por otro lado, desde España, un grupo de teatro que está preparando la representación de la obra Casablanca, bajo la dirección del actor Pedro Casablanc, quien comenzará a reflexionar sobre la realidad de la ciudad. La fabulosa Casablanca cuenta con los testimonios de descendientes emigrados y que nacieron y se criaron en el protectorado francés como el dramaturgo Cándido Carrasco o René Cerdan, hijo de Marcel Cerdan, campeón del mundo de boxeo. Además, el propio actor Pedro Casablanc y el director, Manuel Horrilo, quien ya captó la huella española en África con su primer documental Rif 1921: Una historia olvidada (2007), también descienden de padres emigrados a Casablanca.

Y todo marcado con la visión más mítica, la del cine de la mano de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, que convirtieron Casablanca en un sueño. Por ello, se puede decir, parafraseando  a Bogart, que “Siempre tendremos Casablanca”, al menos el sueño.