Por Celia Asencio
Más de una década y los indígenas que vivieron las atrocidades del gobierno de Fujimori siguen desamparados. Las denuncias por las esterilizaciones forzosas continúan archivadas a pesar del dolor y las secuelas psicológicas que generaron.
Alberto Fujimori ganó las elecciones en el año 1990. Un gobierno que, desde entonces, hasta su fin, en el año 2000, se ha caracterizado por las atrocidades de sus políticas y por crímenes contra la humanidad. El proyecto de ley sacado cinco años después de que éste ascendiera a la presidencia, “Ley general de población”, autorizaba la esterilización a las indígenas del país.
Con el dato incongruente de que la propia OMS en aquellos años felicitó a Fujimori por emplear dicho control demográfico, más de 300 mil mujeres fueron esterilizadas y 25 mil hombres sufrieron una vasectomía. Un sinfín de atrocidades que hoy siguen estando en el boca a boca de todos.
Ahora se han vuelto a reabrir las heridas. La ONU avisa al estado peruano de que es necesario agilizar las investigaciones y dicta que las víctimas tienen que recibir las reparaciones adecuadas por el daño causado.
Después de todo, sólo se puede llegar a la conclusión de que el mundo indígena ha estado siempre sacrificado y azotado por mareas negras racistas.
Pero la historia no termina aquí, y es que las propias mujeres que sufrieron las esterilizaciones fueron rechazas por sus maridos por no ser fértiles. Mujeres a las que sólo les quedó la alternativa de refugiase en sus rituales para menguar su pena. Al fin y al cabo, la esperanza de un nuevo día es el motivo que les ha mantenido vivas. Y ¿ahora? Ahora corren el riesgo de que sus historias queden archivadas para siempre.
Información:
http://blogs.20minutos.es/mas-de-la-mitad/2013/10/25/esteriles-a-la-fuerza/
http://www.hoycinema.com/actualidad/noticias/portada-aborda-drama-miles-mujeres-20131016-753756.html
http://spanish.people.com.cn/31617/8432245.html
http://www.americaeconomia.com/node/103905
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