Por Rocío Chanivet
La pirámide Nomhul situada en Bélice ha sido demolida por una empresa de construcción. Buscaban grava entre sus piedras para arreglar una carretera. Arqueólogos del país, incrédulos con la situación, están intentando recuperar este patrimonio cultural con 2.300 años de antigüedad, algo complicado porque ha quedado irremediablemente dañada.
Prácticamente irrecuperable es el estado en el que se encuentra una pirámide maya situada en Belice, Centroamérica. Datada con 2.300 años de antigüedad ha sido destruida por una empresa constructora que se encontraba en el lugar buscando grava para arreglar una carretera. Su manera de actuar era extrayendo rocas y piedras del sitio arqueológico, lo que ha provocado la demolición casi al completo de esta joya piramidal denominada Nohmul, que significa colina grande en maya. Sólo ha quedado una pequeña porción de su centro de los 30 metros de altura.
Los expertos del Instituto de Arqueología de Belice están indignados con esta actuación. El director, Jaime Awe, asegura al medio de comunicación noticias 7 Belice que no queda esperanza para poder recuperarla, “lamento tener que decir esto, creo que el 80% o más de este edificio está destruido, simplemente no hay manera de intentar la preservación de la pirámide”.
Nadie se explica el motivo de esta demolición, algunos lo consideran un error y otros una irresponsabilidad. Awe afirma que la empresa constructora era muy consciente de que se trataba de un lugar histórico, por lo que es imposible haberse confundido la pirámide con una colina natural. “Las ruinas son bastante conocidas en el país”.
Esta pirámide, una de las más grandes del mundo, se encontraba en el complejo Nomhul. Fue construida por los mayas durante la era preclásica y está ubicada en el norte de Belice, en la zona fronteriza con México, perteneciendo al yacimiento arqueológico de Yucatán. Este templo se usó para destacadas ceremonias y rituales, incluyendo el entierro de miembros de la élite de la ciudad.
Las leyes beliceñas son contundentes. Estipulan que cualquier vestigio prehispánico está bajo protección del Estado. Y prohíben cualquier acción ilegal de destruir el patrimonio nacional.
Actualmente las autoridades han paralizado la actividad por completo, las excavadoras se han marchado de la zona y el gobierno sigue investigando lo sucedido. Un atentado contra la historia que ha dejado la pirámide hecha pedazos.
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