Por Miguel de Pineda
El pasado mes de septiembre se constituyó la Asociación de la Vía Francígena en España (AVFE).Organización formada por los amantes de las antiguas rutas de perenigración a Roma. La sociedad busca generar en España un camino de doble vía entre Santiago de Compostela y Roma y ayudar a aquellos que quieran recorerrlo.
El propósito de la AVFE es difundir en España la Vía Francígena y el Camino a Roma desde Santiago. Además de la llamada Vía Francígena del Sur, que tiene como destino Jerusalén. Mediante la divulgación de estos caminos buscan promover el diálogo y el intercambio cultural y religioso a través de todo el Mediterráneo, asesorando a apoyando a los peregrinos de habla hipana.
La Vía Francígena fue la mayor ruta de peregrinación a Roma durante la Edad Media. Comenzando en Canterbury (Inglaterra), recorría más de 2.000 km a través del Reino Unido, Francia, Suiza e Italia. En la actualidad el camino se encuentra balizado y recibió el reconocimiento de Ruta Cultural Europea por parte del Consejo de Europa (1994).
El camino se remonta al año 990, cuando el arzobispo de Canterbury, Sigerico el Serio, peregrinó a Roma para recibir su palio de nominación de manos del Papa Juan XV. Su viaje queda recogido desde el norte de Francia hasta Roma en un manuscrito conservado en la Biblioteca Británica.
Sigerico recorre esos 1.700 km en 79 etapas de unos 20 km cada una. Inaugura así una carretera que cruza, entre otras, las ciudades de Arras, Reims, Chalons-sur-Marne, Bar-sur-Aube, Besancon y Pontarlier en Francia y en Lausanne, Suiza, antes de unirse al Gran San Bernardo y Aosta, Ivrea, Vercelli Pavia, Fidenza, Lucca, Siena Bolsena, Viterbo, para llegar a Roma.
El camino medieval comprendió de varias rutas que variaban según la estación del año o la situación política. Además, al llegar a Roma, muchos peregrinos continuaban hacia el sur para embarcarse con destino a Tierra Santa.
El camino se popularizó durante la Baja Edad Media, llegando transitar por él gentes de todas las clases y no sólo de peregrinos. Hecho que ayudó a la posterior expansión del Renacimiento desde el Norte de Italia a Europa.
La Vía Francígena fue poco a poco perdiéndose hasta que la redescubrió Giovanni Caselli en 1985, recuperando manuscritos del propio Sigerico. Ya en 1997, Adelaide Trezzini funda la Asociación Vía Francígena con objeto de reactivar su estudio histórico y proporcionar a peregrinos y turistas indicaciones al estilo del Camino de Santiago.
En la actualida la ruta consta de 86 etapas que cruzan Europa de norte a sur. Cada administración se encarga de la parte del camino que cruza por su territorio. Con una afluencia aún menor al Camino de Santiago, la que fue una de las tres grandes rutas de peregrinación por Europa va rehabilitándose poco a poco.
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