Por Juliana Afonso
En las dos últimas décadas, Portugal recibió una fuerte remesa de inmigrantes. Los primeros vinieron de países de habla portuguesa y los otros, a partir de los años 2000, de los países del este europeo. Todos veían en el territorio lusitano la oportunidad de mejorar su situación económica. Ahora, el flujo sigue el camino contrario y es cada día más común encontrar historias de extranjeros que compraron sus billetes de vuelta.
"Tuviste suerte en encontrar esta tienda. No hay muchas, ¿a qué si?. Antes había un montón de establecimientos como el mío en Lisboa. Pero la mayor parte de ellos está cerrado porque los brasileños están volviendo" -dijo con una media sonrisa-.
Las palabras de Lucía son un reflejo de la realidad: gran parte de los inmigrantes que fueron para Portugal en las últimas décadas están volviendo para sus países de origen. Los datos más recientes del Servicio de Extranjeros y Fronteras de Portugal, hechos en 2011, informan que la población extranjera en la patria lusitana redujo 1,9% en comparación al año anterior. Eso significa una disminución de casi 10 mil personas en un año.
Los principales motivos para la vuelta a sus países son el desempleo, la precariedad de los trabajos y el deterioro de las condiciones de vida. Gran parte de esos problemas, que ya existían anteriormente, fueron agravados por la crisis que vive el continente europeo. Según el informe del Instituto Nacional de Estadística de Portugal, el 26% de los inmigrantes no tiene empleo y menos de la mitad recibe ayuda de la Seguridad Social.
Mientras la crisis europea machaca al país muchos de los lugares de origen de estos extranjeros vive un momento de crecimiento económico, hecho que influye aún más en la decisión de estos ciudadanos. La única comunidad extranjera que sigue creciendo es la rumana – nación que también sufre dificultades financieras.
Eso no demuestra el fin de la batalla portuguesa en las aduanas del país. Unas 12 mil personas entraron en Portugal sólo en el año pasado. Los barrios de los inmigrantes aún siguen llenos de extranjeros, pero ya se nota el cambio. En el barrio de los Anjos parte de las viviendas donde estaban los extranjeros se están alquilando a portugueses que ya no tienen un buen sueldo para vivir en barrios centrales. Las tiendas extranjeras se están cerrando. Quizás, la de Lucía sea la próxima.
"Yo, a mediados de julio, también vuelvo a Brasil".
Fuentes:
http://www.oa.pt/Conteudos/Artigos/detalhe_artigo.aspx?idc=31623&idsc=31624&ida=123461
http://expresso.sapo.pt/ha-menos-estrangeiros-a-residir-em-portugal=f737344
http://blogdofavre.ig.com.br/2012/01/trabalho-de-sobra-no-brasil-atrai-desiludidos-da-europa/
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