Por Mariano Belenguer
Grandes rocas, rojizas, quebradas y de redondeadas formas; cañones y barrancos; fuentes y abrigos con pinturas rupestres de hace más de 6000 años; pinos que crecen entre las grietas de las piedras… configuran un mágico paisaje en un lugar de Aragón que estimula la imaginación y permite viajar a través del tiempo
No es difícil soñar con un salto a la prehistoria en los Pinares de Rodeno, -surgidos como un decorado de película de ciencia ficción- en la comarca de Albarracín, en Teruel. El lugar proporciona al visitante una extraña sensación de ensueño, de pérdida en el tiempo y en el espacio que solo se recupera gracias a los pequeños carteles indicativos que orientan las posibles y múltiples rutas.
Multitud de simbólicas pinturas rupestres (muchas visibles y otras no) catalogadas dentro del arte rupestre levantino (6000-4000 a.c.) proporcionan el elixir mágico para volar con la imaginación a tiempos pretéritos en las tierras del rodeno.
El término “rodeno” significa rojizo, “tendencia a rojizo”; nunca una palabra fue mejor aplicada a un territorio. Rojizas son sus piedras que dan una impronta especial al paisaje del lugar -y también al emblemático y próximo pueblo medieval de Albarracín que las ha utilizado a la largo de su historia-. Rojizas son las cortezas de sus pinos resineros (P.Pinaster) hasta el punto de identificarlos y nominarlos: “pinos rodeno”.
El pino rodeno es la estrella de la vegetación que se asienta sobre estas caprichosas y rojizas formaciones silíceas del Triásico. Comparte espacio con un rico sotobosque de brezos, jaras, aliagas y gayubas; y en algunos lugares con el quejigo y la sabina albar.
Ascender y descender por sus recónditos escondrijos permite comprender porqué la palabra magia se asocia tan frecuentemente a la Comunidad de Aragón hasta el punto de haberse convertido en el emblema de su publicidad turística. En concreto, en el Pinar de Rodeno resulta fácil imaginar a una tribu del neolítico cobijada bajo su abrigo, pintando y dejando para la posteridad una muestra de sus habilidades como cazadores. La magia de Albarracín, la magia de Teruel, la magia de Aragón… tierra mágica para quien la visita y mágica también para quien la añora después de haberla abandonado.
Más información
-Los Pinares de Rodeno es un Paisaje Protegido, declarado como tal por el Gobierno de Aragón desde 1995 y ampliado desde 1997 . Forma parte también del Parque Cultural de Albarracín desde 1997 y, por su manifestaciones rupestres, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998. Su extensión es de 6.829 ha. pertenecientes a los municipios de Albarracín, Bezas y Gea de Albarracín
-webs de interés:
www.parqueculturaldealbarracin.com
-La ciudad de Albarracín dispone de una amplia red de alojamientos, algunos de ellos de especial encanto y exquisito trato familiar. Como muestra señalamos uno situado en la propia muralla, junto al Portal de Molina: La Posada del Adarve: www.posadadeladarve.com
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Teresa G. (martes, 28 agosto 2012 10:41)
Qué razón tienes, Mariano!. Yo visité hace un par de años esa comarca de Teruel y quedé maravillada. Para quien le gusta la arqueología, es una gozada. Además los lugareños son tremendamente amables. Saludos y enhorabuena por vuestra web.
mariola (viernes, 04 junio 2021 16:34)
Un lugar que senti magico, increible, recomiendo su visita.