Por Natalia García
Dos amigos, dos bicicletas; un tour por el mundo; 2.000 euros de presupuesto; 25.000 kilómetros; 21 países. Así se resume la aventura de estos dos jóvenes de 26 años a través de África del norte, Oriente medio, Asia y Europa.
Los objetivos previos antes de emprender este viaje, que comenzó el día 31 de octubre del 2010, los tenían muy claros: aprender, conocer y contar.
En el equipaje no les falta una cámara, un cuaderno y un bolígrafo. Matthieu es licenciado en Periodismo en la Université Stendhal Grenoble y François es diplomado en la Escuela Superior de Comercio de Chamvéry Savoie. Quieren escribir y relatar su aventura - basada en el conocimento de los territorios a través de sus pobladores- a través de diferentes medios de comunicación franceses y extranjeros. La filosofía del proyecto ha sido muy simple: coger una bicicleta, y dedicar un año de sus vidas a observar y comprender el mundo, “al menos a intentarlo”.
“Nos gusta viajar de otra manera” -dicen-, y piensan que en el mundo de los viajes, la bicicleta es un medio de transporte privilegiado. Enfrentarse al desafío que supone mantener una media de 30 kilómetros al día durante varios meses es sin duda, algo verdaderamente gratificante. Viajar “de manera lenta, pero efectiva”.
Por otro lado, ambos destacan el hecho de que su presupuesto se reduce a unos 2000 euros para todo el trayecto, “ir con poco dinero era importante ”. Esto es claro reflejo de lo que quieren mostrar, una filosofía de viaje que consiste en regresar al estado original del ser humano, estar en plena conexión con la naturaleza y no hacer nada que no sea vivir como tal ¿Dónde dormir? ¿Qué comer?... Sobrevivir. Y hacerlo mientras viajan y conocen gran parte de nuestro planeta. Por tanto, desde el principio decidieron reducir su existencia a 5 euros al día para necesidades básicas. “Si existe más de un tercio de la población mundial que vive con 2 euros al día, creemos posible viajar durante un año con este mínimo” -señalan-
Como en todo gran viaje, han vivido diferentes aventuras. una de ellas con un aparatoso desenlace. Mientras dormían, en un lugar poco habitado de Rusia, Matthieu cayó por un precipicio y se rompió varios huesos, entre ellos la mandíbula. De momento ha tenido que abandonar el viaje de manera provisional. Eso sí, a partir de Marzo, volverán a unirse en Polonia para concluir el viaje como lo empezaron, juntos.
Fuentes:
François Klein y Matthieu Delaunay
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Ana León Rubio (martes, 31 enero 2012 11:31)
Qué pasada!! Esperamos que prosigan y que podamos disfrutar de sus aventuras viajeras!