Periodismo de Viajes
Por Juliana Afonso (desde Brasil)
Los guaraníes de Brasil siguen luchando contra los ataques de los pistoleros. Los invasores entran en sus terrenos y amenazan a los residentes; destruyen los campamentos, rompen las cabañas, queman sus ropas y acaban obligandoles a huir a la selva. La relación de los guaraníes con su tierra es muy fuerte y, sin ella, acaban sufriendo graves problemas, como el aumento de las tasas de malnutrición y el suicidio. Muchos de ellos viven en reservas superpobladas, en condiciones lamentables.
Los ataques se efectúan por mandato de terratenientes que quieren apoderarse de las tierras de los guaraníes para crear ranchos ganaderos y plantaciones de soja y caña de azúcar. Los ataques sistemáticos son el mecanismo para lograr sus intenciones. Los indígenas sufren esta situación con la misma brutalidad que en la época de la colonización.
El derecho a la propiedad
Según la Constitución brasileña, los indígenas tienen derecho a su tierra. Es obligación del gobierno, no solo delimitar el espacio sino también protegerlo de posibles ataques. En el caso de estas invasiones, las autoridades brasileñas son las responsables de castigar a los agresores y devolver la tierra a sus dueños.
Pero como la administración siempre se retrasa en delimitar y proteger las tierras indígenas, éstos retornan a sus territorios –cansados de esperar- y siguen desprotegidos y sin ningún amparo legal. Este proceso se viene arrastrando desde hace más de 40 años, cuando empezó en Brasil un fuerte movimiento de invasión de tierras con el objetivo de generar amplios espacios para la ganadería y la agricultura extensiva.
La prensa no habla (casi) nada
En la actualidad con una legislación que defiende los derechos de los indígenas y con la creación de una serie de entidades de protección, la prensa brasileña apenas habla del tema. Los indígenas solo aparecen en dos situaciones: cuando hacen algo que no es común en el imaginario popular o en el día 19 de abril (Día do Indio).
“A nosotros nos gustaría tener más contacto con los periodistas pues, desde el descubrimiento, no vemos a los indígenas contando sus propias historias”, dijo el representante de la tribu Tekoa Pyau, Alísio Guarani, en una entrevista. El coordinador de la Pastoral Indigenista en São Paulo, Benedito Prezia, también tiene la misma opinión: “Todo lo que dicen necesita ser confirmado por un antropólogo, que se atribuye el poder de proporcionar la identidad a un pueblo”.
Los órganos responsables por fijar y investigar la forma como los indígenas aparecen en la prensa muestran que el discurso que hacen de ellos está lleno de perjuicios. Wilson Matos, el presidente de la Comisión Especial de Derechos Indígenas de la Organización de los Abogados de Brasil en el estado de Mato Grosso do Sul dice que “muchos líderes indígenas han sido asesinados en el conflicto de la apropiación de las tierras sin que esto se divulgue. Sin embargo, cuando se pasa lo contrario, cuando muere alguien del lado de los terratenientes, la prensa explicita todo”. Para él, el problema no es de los periodistas, sino de las presiones que reciben: “Ellos tienen que publicar lo que sus dueños quieren divulgar, lo que sirve a los intereses de los grupos que detentan el poder”.
Fuentes:
- http://www.survival.es/noticias/7690
- http://www.survival.es/noticias/7627
- http://www.tribunadaimprensa.com.br/?p=23239
- http://www.reporterbrasil.org.br/exibe.php?id=1098
-http://www.observatoriodaimprensa.com.br/news/view/dos-livros-de-historia-as-paginas-policiais
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