Por Beatriz Hidalgo
Coincidiendo con la celebración del día internacional contra la utilización de niños soldados en conflictos armados, distintas organizaciones de lucha contra la violación de los derechos de los niños han lanzado un comunicado para pedir la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño y la Niña sobre la participación de menores en conflictos armados.
Organizaciones como Alboan, Amnistía Internacional, Entreculturas, Fundación el Compromiso, Save the Children y el Servicio Jesuita a Refugiados piden que los Estados firmen un protocolo de protección como herramienta jurídica que garantice los derechos de estos menores soldado para acabar con esta realidad que miles de niños y niñas de todo el mundo siguen sufriendo.
El texto pretende aumentar a 18 años la edad mínima para la participación directa en enfrentamientos armados, en comparación con el mínimo anterior de 15 años fijado en la Convención sobre los Derechos del Niño. Obliga además a actuar en caso de incumplimiento.
A pesar de que el Protocolo ha sido ratificado por 134 países (España lo ratificó en 2002), un total de 58 países aún no lo han ratificado, de los cuales 23 sí han firmado el texto y están pendientes de su ratificación (como Camerún, Ghana, Liberia, Pakistán o Somalia), mientras que 35 países no lo han firmado (entre ellos Guinea Ecuatorial, Etiopía, Malasia, Myanmar, Arabia Saudí y Zimbawue).
Las organizaciones solicitan además a los Estados que ya han firmado y ratificado el protocolo, que realicen esfuerzos adicionales para su adecuada implantación, proporcionando los recursos adecuados y evitar el uso de los menores en combates. Es lo que ocurre actualmente en la región de El Chad, donde el ejército y grupos de milicianos utilizan a niños de entre 13 y 17 años para actividades militares, según ha denunciado Amnistía Internacional (AI) tras haber recogido el testimonio de más de 40 niños.
Es imposible saber con exactitud el número de niños soldados en la actualidad, pero las ONG que trabajan en este ámbito calculan que hay 300.000 y 500.000 menores obligados a tomar parte en conflictos violentos, según Alboan.
El traumatismo psicológico posterior del menor o el miedo en las propias familias a convivir con estos niños en caso de reinserción, son sólo algunas de las secuelas que impiden disfrutar de su infancia a un gran número de menores.
Según la organización Save the Children, los niños, niñas y adolescentes soldados han estado sometidos a situaciones extremas, en las que algunos han sido testigos del asesinato de sus familiares o han sido utilizados como instrumentos para cometer atrocidades. Muchos han sido víctimas de malos tratos, violaciones y otras formas de sexualidad forzada, incluidos los “matrimonios” con combatientes en el caso de las niñas. En numerosas ocasiones han sido drogados para vencer el temor al adversario, utilizados como carne de cañón, obligados a realizar saqueos, violaciones o a mutilar personas.
Con esta iniciativa, las organizaciones se suman a la campaña de Naciones Unidas Nadie menor de 18 (Zero under 18 en inglés) que persigue la ratificación universal de este Protocolo para el 12 de febrero de 2012, fecha en la que se cumplirá el 10º Aniversario desde su entrada en vigor.
Fuentes de Información:
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Ramón VIlleró (lunes, 28 febrero 2011 13:54)
Hace un par de años, RBA publicó el libro de Ishmael Beah "Un largo camino. Memoria de un niño soldado" Un relato escalofriante y real que nos muestra de que manera los niños son obligados a matar para sobrevivir. Una lectura imprescindible para quien quiera profundixar en el tema. Un saludo.