Por Alba Andrades Gálvez
Así lo publica Svante Pääbo, un biólogo sueco especializado en ADN, en la revista Nature. El hueso ha sido encontrado en la Cueva Denisova, situada en las montañas Altai del sur de Siberia. El dedo podría tener más de cuarenta mil años y gracias a su aparición se ha demostrado que Neandertales, humanos modernos (de los que descendemos nosotros) y homínidos convivieron en el espacio y en el tiempo.
Pääbo afirma que no se trata de una nueva especie, sino de un nuevo linaje en el que se han podido encontrar más de cuatrocientas diferencias con el ADN mitocondrial del hombre actual: "No podemos decir realmente cómo era esta criatura, ni si se conoce ya por fósiles hallados en otros sitios, pero nos da una nueva imagen, mucho más compleja, de nuestro pasado". Al parecer, en los laboratorios, el fósil se conoce con el nombre de “Mujer X” porque, aunque se desconoce su sexo, se está estudiando la transmisión materna del ADN mitocondrial.
Este hallazgo significa que aún nos queda mucho por conocer de quienes fuimos en el pasado y, no solo eso, sino que nos hace replantearnos todo lo que hasta ahora conocemos de nuestra historia. Quizá, gracias a él, podemos descubrir nuevos datos que nos aporten alguna nueva pista sobre nuestra evolución.
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